Por Patricia Muñoz

El capítulo 3 del libro Desarrollo y libertad comienza con una parábola que plantea Amartya Sen: Annapurna quiere que le limpien el jardín, y hay tres trabajadoras dispuestas a hacerlo: Dinu, Bishanno y Rogini. Sin embargo Annapurna no puede contratarlas a las tres e intenta decidir a quién escoger. Descubre que Dinu es la más pobre de las tres, Bishanno la más infeliz, porque acaba de ser pobre y no está acostumbrada, y Rogini la que más lo necesita, ya que está enferma.

¿A quién debería escoger Annapurna? ¿Qué necesidad –falta de renta, infelicidad, o enfermedad- es más importante?

También afirma Sen que la pobreza real puede ser mayor que la que aparece en las rentas. Por ejemplo, casos como el de Sudáfrica. La renta es muy alta, pero el nivel de vida es muy bajo. Si sólo nos fijamos en los ingresos, podemos sacar conclusiones erróneas.

¿Por qué, entonces, el indicador económico es el único del que se habla cuándo hablamos de desarrollo? El PNUD ya ha incluido otros factores, como la sanidad y la educación. Pero, ¿por qué los medios no hablan de ello? ¿Por qué dejamos que la gente siga pensando que una renta alta es sinónimo de un país desarrollado?

Cito textualmente: “Y, sin embargo, los intentos de erradicar la desigualdad pueden provocar en muchas circunstancias una pérdida a la mayoría y, a veces, incluso a todos”.
¿Qué quiere decir Sen con que los intentos por erradicar la desigualdad pueden provocar una pérdida a la mayoría y, a veces, incluso a todos?

 

Comentarios


La actitud de los medios; ¿Adiós a la desigualdad?

Martes, 30 Diciembre 2008 14:26
ISABEL ROMERO ROJAS

La actitud de los medios y organizaciones 

Por cuestión de tiempo, espacio y otras particularidades los medios tienden a la simplicidad… por eso sólo hablan de lo económico. Sus fuentes son esenciales, y los datos de la pobreza vienen de informes realizados por una serie de organizaciones. Si en su introducción se hablase de desigualdad en todos los términos, ejemplo: renta-sanidad-educación, y aunque se estudien por separado sus conclusiones fuesen en conjunto, entonces los medios pondrían eso, si fuera así en todas las organizaciones y ninguna resaltase lo que más le interesase. Los medios buscan la noticia, la diferencia… las organizaciones no tienen que seguir ese sistema con tal de aparecer en los medios, tienen que decir las cosas como son, porque si ellas no lo hacen nadie más lo hará.

Erradicar la desigualdad: pérdida para todos 

Tal y como está el mundo dividido: ricos, pobres y pobres a medias, si se plantea una igualdad, o mejor dicho una erradicación de las desigualdades, alguien tiene que perder algo porque es imposible que todos sean ricos, ya que ese concepto no existiría porque el ser rico es diferenciarte de otro y ser capaz de poseer todo lo que otro no puede. En ese mundo seríamos todos más iguales, pero ¿quién está dispuesto a perder algo? O ¿a ceder? Supongo que los que no tienen sí, pero los que tienen tal vez no, porque por eso mismo muchos intentos de erradicar la pobreza en multitud de países han fracasado, ya que se deben a los intereses de unos u otros.  Lo que no tengo tan claro es por qué dice Sen que todos perderían, lo único que se me ocurre al respecto es una pérdida de modo o estilo de vida… ya que el proceso de eliminación de las desigualdades implica un cambio, y ese cambio aún no se sabe ni a qué precio es ni a costa de qué.

Actitud de los medios / Adiós a la desigualdad

Sábado, 03 Enero 2009 14:36
Beatriz Ortiz

La actitud de los medios y organizaciones

Si bien los medios de comunicación de masas beben de la información proporcionada por las fuentes, está de su mano qué publican y qué no de la información facilitada, por lo tanto no considero que la causa del problema radique solamente en la información que facilitan las organizaciones a los medios. De vez en cuando sale algún reportaje en profundidad que hace “justicia informativa” con respecto a las causas de la pobreza y a la realidad de los países en vías de desarrollo. Sin ir más lejos, últimamente han sido publicados reportajes sobre el Congo y lo que supone el hecho de que haya Coltán en su territorio para la población. Aunque es cierto que esto se da en escasas ocasiones, sobre todo en relación a la magnitud e importancia de los problemas de los que informan. La actitud de los medios está influenciada por otros factores:

  • Haciendo referencia a otro autor, estoy de acuerdo con Pogge en el hecho de que la pobreza no preocupa lo suficiente a las sociedades occidentales, aún no se asume como un problema del que somos partícipes y responsables. De esto se puede culpar a los medios de comunicación, pero es evidente que hay muchos otros factores: educación, familia, nuestra realidad, etc., que influyen en la conformación de nuestros valores.
  • Con respecto a los medios de comunicación, considero que existe una gran falta de profesionalidad en la figura del periodista (causada también por la precariedad de la profesión) en la que no se da importancia a la calidad de la información que elaboran (contextualización, rigurosidad, conocimiento del tema que tratan, etc.) que condiciona directamente la simplicidad y, muchas veces, la banalidad de las noticias. Evidentemente esto está condicionado y marcado por las empresas de comunicación que persiguen el beneficio.
  • Puede que haya empresas para las que la información de calidad siga siendo lo importante, pero en la lógica del mercado actual o pasas por el aro o va a haber alguien que lo haga por ti. Me explico. Hay muchos factores que están directamente enlazados con las causas de la pobreza, entre ellos están: la falta de voluntad política y las multinacionales. Ambos tienen influencia sobre los medios de comunicación. Y, aunque no creo que exista una conspiración internacional para la no erradicación de la pobreza extrema, es evidente que quienes tienen una mayor responsabilidad al respecto no quieren que se les señale con el dedo, y menos aún cuando pueden evitarlo a través de sus influencias.
  • Para finalizar, sólo quería señalar que incluso los informes de las Naciones Unidas señalan que los Objetivos de Desarrollo del Milenio son objetivos deseables pero no remarcan ni insisten en la imperiosidad de los mismos (la erradicación de la pobreza es el primer objetivo). Deberían ser una máxima, una imposición casi, no algo “deseable”, porque la vida de muchas personas está en juego. Con esto simplemente quiero decir que a pesar de que el papel de muchas organizaciones es muy importante, también es mejorable (sobre todo de cara a la concienciación de las sociedades desarrolladas).

Erradicar la desigualdad: pérdida para todos 

Creo que está demostrado, según cálculos, que es posible erradicar la pobreza extrema (al menos). Con un 10% de lo que Bush ha destinado a reflotar el sistema financiero estadounidense (700.000 millones de euros) se podría erradicar la pobreza extrema en el mundo. Bueno, creo que se han destinado 700.000 millones de euros a “salvar” el sistema financiero de un solo país (repito, 10 veces más de lo que hace falta para acabar con la pobreza mundial) y nadie se ha quejado.

El problema no es que dejen de existir las clases ni los estratos sociales sino que el sistema - mundo actual no se puede mantener sin la explotación de los recursos naturales, de la mano de obra, etc. de los países en vías de desarrollo. No estoy de acuerdo con Sen, en absoluto. Creo que se refiere en cierto modo a la “pérdida” para los ricos, pero también al hecho de que erradicar la desigualdad implica replantear todo el sistema – mundo con todo lo que esto supone, sobre todo para quienes están de acuerdo con él. Teniendo en cuenta el hecho de que hasta la actualidad los esfuerzos de occidente por erradicar la desigualdad han sido bastante escasos e ineficientes, no van a existir cambios lo suficientemente radicales como para que impliquen un replanteamiento real del sistema – mundo. Sin embargo existen pequeños pasos que conducen a disminuir la desigualdad, como el hecho de erradicar la pobreza extrema, que implica un cambio radical para la gente que vive esta realidad (vivir o morir), mientras que para occidente no va a suponer ningún cambio radical, ni vamos a tener que ceder, ni vivir “peor”.