Por Oier Imaz

La relación entre el pluralismo lingüístico y el multiculturalismo ha sido abordada en alguno de los comentarios publicados en esta web. La realidad es contundente, para unas 200 estructuras institucionales (estados) existentes en el mundo, están documentados alrededor de 6000 idiomas en uso. Esta disfunción cuantitativa entre estructuras de poder y identidades lingüísticas, convierte de facto en lingüísticamente diversos a la mayoría de los estados; y deriva en muchos casos en situaciones conflictivas como la relatada en el ejemplo, anecdótico pero sugerente, de la rueda de prensa del jugador del Barcelona.

El enfoque propuesto en esta sección por su responsable, J. C. Siurana, nos remite considerar el problema en relación “con el ethos personal, con las virtudes transmitidas (o no) mediante la educación moral y con nuestra manera de entender al otro (y, con ello, nuestra manera de entendernos a nosotros mismos)”. Siguiendo con el hilo propuesto (Siurana) esto nos lleva a tratar de identificar la capacidad de auto comprensión de los ciudadanos o profesionales para identificar las capacidades éticas y fomentar una reflexión autocritica que permita avanzar hacia una sociedad ética.

Ahora bien, la consideración basada en las capacidades éticas individuales (ethos personal) puede resultar limitada en algunos casos. Y me explicare a través de un ejemplo del lugar en el que vivo, que si bien no pretende ser científico, creo que resulta sugerente.

Bélgica es un estado lingüísticamente diverso donde las comunidades aparecen segregadas, y sus relaciones, por defecto, conflictivas. Un claro ejemplo lo encontramos en las llamadas comunas de facilidad. Estas comunas forman parte de la periferia de Bruselas, son mayoritariamente francófonas y o se encuentran en territorio flamenco, o son fronterizas. El control de estas comunas ha sido el principal escollo al que han tenido que hacer frente las fuerzas políticas belgas para conseguir (después de 500 días sin gobierno) un acuerdo. Los principales elementos de disputa se situaron en el debate público en la regulación de las políticas lingüísticas y sus derivadas. Pero mira por donde, el colectivo que en protesta por el acuerdo resultante llego a parar gran parte de Bruselas el día siguiente al acuerdo, fueron los
basureros.

La identificación de los factores relevantes de un problema requiere perspectiva y detalle. Las capacidades éticas individuales son un motor fuerte para el avance hacia una sociedad ética, pero a mi parecer considerar el ámbito asociado al sistema (económico y político, para Siurana) como pertinente, también en la evaluación de actitudes personales, enriquece el diagnostico del problema y contribuye a una mejor evaluación ética de las sociedades.