Esto es un manifiesto, así que disculpad la brevedad y el tono ligeramente panfletario...

  1. Estamos en un momento de institucionalización de la ética aplicada, tanto a nivel local como europeo, donde a veces se la entiende como gobernanza, como una herramienta regulatoria “blanda” pero capaz de producir efectos normativos tangibles.
  2. A nivel global, estamos en un momento en el que el discurso filosófico rebosa las fronteras nacionales o de escuela, difundiéndose con cada vez mayor presencia del lenguaje audiovisual sobre el estrictamente literario, configurando una pluralidad cambiante y fluida de narraciones en conflicto y de géneros híbridos.
  3. Hipótesis: en este contexto, la institucionalización descrita en el punto (1) no será efectiva, entendiendo por tal que no llegará ni beneficiará a los ciudadanos europeos, si no tiene en cuenta lo descrito en el punto (2). (Y ya sé que hay mundo más allá de Europa, pero por algún sitio hay que empezar.)
  4. Un ejemplo: no basta con crear comités de ética, hay que visibilizarlos dentro de las instituciones de las que forman parte, y además hay que motivar a sus usuarios potenciales para que se decidan a recurrir a ellos; para esto, el papel de los legos es tan importante como el de los profesionales o expertos. O más.
  5. Para llevar a los legos la ética aplicada, es necesario recurrir a su cultura y a su lenguaje, o sea, a las narraciones audiovisuales que encontramos en el cine comercial y en las series de TV.
  6. Lo anterior no quiere decir que haya que renunciar a los libros, pero sí explorar nuevos géneros y posibilidades de investigación filosófica. El relato en primera persona que proporciona Mark Rowlands en su libro El filósofo y el lobo podría ser un buen ejemplo...
  7. ...por no hablar del partido que ese mismo filósofo saca a las películas de ciencia ficción y a las series de TV en otros dos libros: Sci-Phi y Everything I Know I Learned From TV. En ambos casos se utiliza el material audiovisual para ilustrar y argumentar cuestiones bien actuales de teoría ética y práctica moral.
  8. En particular, las series televisivas sobre medicina, como por ejemplo House, proporcionan una excelente plataforma para describir la tensión entre diferentes conceptos de enfermedad, algo que por un lado nos permite entender mejor la relación asistencial en nuestro propio contexto, y que por el otro nos permite abordar varios debates actuales en bioética.
  9. A menudo las partes en conflicto (stake-holders: científicos, grupos de presión, gestores, profesionales, usuarios o pacientes, etc.) no pueden comunicar bien su punto de vista al público general; hacer buena divulgación sin trivializar no es nada fácil. Para ello, podría ser interesante acercar entre sí las esferas del arte, de ciencia y de la ética. Otro ejemplo: el proyecto stemistry desarrollado en el centro PEALS para debatir sobre las células madre.
  10. Conclusión. Si es necesario informar a la ciudadanía para promocionar su autonomía en la toma de decisiones sobre las cuestiones tecnocientíficas que les afectan (cosa que no dudo), hay que estimular la divulgación filosófica sobre esas mismas cuestiones. The End.

 

Comentarios


Algunos enlaces interesantes sobre divulgación filosófica

Jueves, 10 Diciembre 2009 22:54
Antonio Casado da Rocha

Por problemas técnicos (“Forbidden Access”) Mikel Torres, colaborador habitual de Dilemata, no ha podido publicar el siguiente comentario, que reproduzco aquí en su integridad: [Dejo el enlace a una columna publicada recientemente en el diario  El País en la que se trataba el tema de la divulgación filosófica por medio del cine y la televisión: http://www.elpais.com/articulo/Pantallas/Simpsoniana/elpepirtv/20091201elpepirtv_1/Tes Por otro lado, dejo también el enlace a la página de la colección “Popular Culture and Philosophy”, de la editorial Open Court Publishing Company: http://www.opencourtbooks.com/categories/pcp.htm Creo que iniciativas de este tipo pueden ser valiosas a la hora de promover la autonomía y acercar la filosofía al gran público. Finalmente, me gustaría recomendar tres magníficos libros del filósofo galés Mark Rowlands, en los cuales aborda la divulgación y el tratamiento de temas filosóficos mediante el análisis de películas de ciencia ficción, series de televisión y la relación que mantuvo durante años con un lobo que se compró (de los dos últimos libros hay traducción castellana): ROWLANDS; Mark (2003): The philosopher at the end of the universe. Philosophy explained through science fiction films, London: Ebury Press.ROWLANDS; Mark (2005): Everything I know I learned from TV. Philosophy for the unrepentant couch potato, London: Ebury Press.ROWLANDS; Mark (2009): The Philosopher and the Wolf. Lessons from the wild on love, death, and happiness, New York: Pegasus Books.] Hasta aquí Mikel. Con mi agradecimiento por las sugerencias, añado una referencia más. En el último taller de Dilemata se habló de las telenovelas como transmisores de determinados contenidos éticos. Acabo de encontrar en el último número de la revista Foreign Policy (edición española) un artículo sobre el mismo tema, en el que se explora el potencial transformador de la televisión en el mundo actual: http://www.fp-es.org/la-revolucion-en-una-caja.