ETICA ANIMAL, (2020) Introducción al sufrimiento de los animales salvajes, Oakland, Ética Animal, 270 pp.

El desarrollo de los estudios en ética animal ha propiciado que se amplíen sus márgenes y sus ámbitos de estudio, incluyendo nuevos campos de investigación. El problema del sufrimiento de los animales salvajes es uno de ellos. Los eticistas se dieron cuenta, en un primer momento, de que la sintiencia y no la pertenencia a una cierta especie es el criterio relevante para que el sufrimiento de un individuo sea considerado. Partiendo de esa premisa, los investigadores en ética animal repararon en que los mayores niveles de sufrimiento animal no se dan en entornos controlados directamente por los seres humanos, sino en la naturaleza. Los llamados “daños naturogénicos”, aquellos que no son producidos por la acción humana, y que incluyen males que van desde la estrategia reproductiva de algunos animales hasta los desastres naturales generan unos niveles de sufrimiento incomparables a los que se dan en cualquier otro contexto. Por ello mismo, diversos estudios han señalado la prioridad que se le debe dar a la reducción de este sufrimiento.

Precisamente este libro, Introducción al sufrimiento de los animales salvajes elabora una exposición amena y clara sobre este mismo problema. El texto está dividido en tres grandes bloques. El primero, “El sufrimiento de los animales salvajes y las maneras de darles ayuda” (pp. 10-107) realiza una definición exhaustiva de aquello a lo que se llama “sufrimiento de los animales salvajes” (p. 11), y explora las causas de sufrimiento animal en el mundo salvaje. De todas ellas, probablemente la más importante por sus implicaciones cuantitativas sería la estrategia reproductiva de la mayoría de los animales (p. 68). En muchos casos, para garantizar la pertenencia de la especie, los animales tienen una gran cantidad de crías de las que solamente sobreviven unas pocas. Las que mueren, por causas que van desde la falta de comida hasta la depredación, viven una vida muy corta, en la que el sufrimiento es predominante. En este sentido, teniendo en cuenta la cantidad de crías que tienen algunos animales (que pueden ir desde el millar hasta el millón) y el ratio de supervivencia de éstas (solamente suele sobrevivir una cría por cada progenitor) se puede apreciar la magnitud del sufrimiento que produce este sistema reproductivo. Este bloque termina con un capítulo acerca de qué puede hacer cada lector para ayudar a los animales salvajes (p. 102). Estas formas de ayuda, debido a la falta de conocimiento sobre cómo evitar el sufrimiento en los procesos naturales, suele centrarse en la difusión del problema y en la investigación en disciplinas que permitan ayudar a reducir el sufrimiento.

Parece que estos niveles de sufrimiento no serían relevantes si no hubiera una base teórica que justificara su importancia. El segundo bloque del libro, “Ética y animales” (pp. 108-167) expone las ideas fundamentales de la ética animal contemporánea y defiende la consideración moral de todos los individuos sintientes. Así, se definen de forma clara conceptos fundamentales como el especismo (p. 109), la consideración moral (p. 111) o el antropocentrismo (p. 114). Este bloque incluye también dos capítulos dedicados a exponer de forma minuciosa los argumentos existentes contra el especismo. Se expone el argumento de la superposición de especies (p. 119), que concluye que dar consideración moral solo a los seres humanos porque poseen unos ciertos atributos especiales excluye a los humanos que por cualquier causa carecen de ellos; el argumento de la imparcialidad (p. 123), basado en la idea de que tras un velo de ignorancia nadie escogería vivir en un mundo especista; y el argumento de la relevancia (p. 126), que defiende que las características que solo poseen los humanos y que justificarían un trato privilegiado no son relevantes para dar consideración moral solo a ellos. Además, este bloque incluye un capítulo defendiendo la importancia de la sintiencia en las decisiones morales que se tomen (p. 130).

La segunda parte de este bloque sobre ética animal expone la forma en que las distintas teorías éticas incluyen a todos los seres sintientes si se rechaza el especismo. Así, se explora el igualitarismo (p. 137), el prioritarismo (p. 138), las éticas basadas en el sufrimiento (como el consecuencialismo negativo) (p. 138), las teorías de los derechos (p. 139) y las éticas del carácter (p. 140). Se expone también el conflicto teórico y práctico existente entre la ética animal y la ética ambiental, (p. 143) basado en la incompatibilidad entre la consideración moral de los individuos de la primera y la consideración de los ecosistemas, hábitats o especies en conjunto de la segunda. Finalmente, este segundo bloque incluye una explicación del concepto de sintiencia (p. 150), definida como la capacidad de tener experiencias positivas y negativas, y una introducción al problema científico de la sintiencia de los invertebrados (p. 166).

El tercer y último bloque del libro “Como la investigación académica puede ayudar a los animales en la naturaleza” (pp. 168-232) explica la forma en la que distintos campos de estudio pueden contribuir a arrojar luz y proponer soluciones al problema del sufrimiento de los animales salvajes. Especialmente prometedora en este sentido es la biología del bienestar (p. 179), la ciencia que estudia los factores que contribuyen al bienestar y sufrimiento de los animales, especialmente aquellos fuera del control humano. Esta disciplina, aún muy joven, podría resolver problemas derivados de las relaciones ecosistémicas, las estrategias reproductivas o los conflictos entre animales. Incluye este bloque además una sección acerca de las objeciones presentadas a intervenir en la naturaleza para prestar ayuda a los animales salvajes, divididas en (i) aquellas objeciones dirigidas a las teorías éticas antiespecistas que se preocupan por el sufrimiento en la naturaleza (p. 209) y (ii) en las objeciones relacionadas con la aplicación práctica de dichas éticas (p. 218). Se concluye que ninguna crítica tiene éxito en sus propuestas de limitar la ayuda que se les puede prestar a los animales salvajes. Por último, se incluye un capítulo sobre la importancia del futuro en el sufrimiento de los animales salvajes (p. 226). Partiendo de la premisa de la magnitud del sufrimiento que ocurre en la naturaleza, se argumenta que tomando como periodo temporal relevante todo el futuro, el nivel de este sufrimiento será mayúsculo. En este sentido, la preocupación ética por el futuro cobra una importancia central.

Uno de los grandes atractivos de este libro, además del propio texto, es la extensa bibliografía que aporta. Estas referencias, que ocupan 37 páginas (pp. 233-270) incluyen artículos de muy diversos campos de estudio; desde la filosofía moral y política, hasta la biología y la ecología. En este sentido, esta obra podría ser muy recomendable como una guía de consulta bibliográfica.

Este libro, que combina ética y biología, es idónea para aquellos que quieran introducirse en uno de los mayores problemas a los que se enfrentan las éticas centradas en el sufrimiento. La situación de los animales salvajes es de central importancia, pues los niveles de sufrimiento que se dan en este ámbito superan con creces cualquier otro contexto que nos podamos imaginar. En este sentido, este libro, además de presentar las diferentes formas de daños que sufren los animales, y las bases teóricas que hacen de ellos un mal, aporta también pautas que seguir para paliar este problema. La investigación y las pequeñas intervenciones serían ejemplos de ello que podrían hacer que con muy poco esfuerzo, la situación de muchos animales fuera distinta.

Diego Expósito Teixeira

USC

diego.exposito.99@gmail.com