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Capacitismo

El capacitismo se refiere, en términos generales, a una actitud o discurso que devalúa la discapacidad, frente a la valoración positiva de una idea de integridad corporal, que es equiparada a una supuesta condición esencial de normalidad humana, a partir de la cual considera como marginadas a las personas con discapacidad. Se basa, así, en el prejuicio de que, como grupo social, las personas con discapacidad son inferiores a las personas sin discapacidad. Considerando esencialmente valiosas ciertas capacidades que se deben poseer, conservar o adquirir, el capacitismo se relaciona estrechamente con la práctica de la clasificación médica de las personas con discapacidad como deficientes y minusválidas. Ignorando por completo el acomodo vivencial de estas personas en la diversidad de sus propias formas de vida, el capacitismo conduce de manera directa al objetivo de rehabilitarlas e, incluso, de prevenir su nacimiento. Los juicios de valor sobre las capacidades están tan presentes en la sociedad que sus efectos excluyentes apenas son percibidos ni cuestionados. Se habla de la persistencia y omnipresencia del capacitismo, pero también de su invisibilidad, pues opera «por debajo» de otros discursos discriminatorios. A través de prácticas, representaciones y valores que actúan en la producción del cuerpo normativo y de su carácter regulador como norma y criterio de normalidad, a pesar de la existencia de otros cuerpos que, sin embargo, no se consideran relevantes, tales juicios de valor sobre las capacidades han conducido a la justificación de otros «-ismos», como el racismo, el sexismo o el edadismo. El conjunto de capacidades normativas deseables, socialmente valoradas y privilegiadas, ajenas a cualquier tipo de contextualidad, favorecidas por el capacitismo, no deja espacio para la valoración de otras posibilidades. Además de incorporarse en el cuerpo, ese conjunto también se expresa material y simbólicamente en la configuración y en el diseño de los entornos, en el diseño de cuestionarios, en la elaboración de clasificaciones, en el uso de representaciones y en la formación de imaginarios, en la promoción de prácticas y de políticas y, de manera muy importante, en la presencia social de actitudes y comportamientos afines a su normatividad.

Las distintas contribuciones que conforman este número 36 de la revista Dilemata abordan dichas cuestiones, y otras relacionadas, de similar interés. Abre el número monográfico un artículo de Susana Rodríguez en el que, tomando en consideración los incumplimientos a la hora de establecer una verdadera educación inclusiva en España, ilustra cómo en el ámbito educativo se siguen perpetuando concepciones y prácticas capacitistas. A continuación, Miguel A. V. Ferreira y Amparo Cano sitúan sus reflexiones en el ámbito del empleo, y argumentan que la progresiva implantación de la ideología neoliberal, en la forma de un «capacitismo» neoliberal, ha invalidado los avances de las políticas dirigidas hacia el reconocimiento de derechos y la inclusión social. En la contribución que sigue, Eva Moral presenta los resultados de un amplio estudio empírico sobre microagresiones capacitistas que permite profundizar en la comprensión del capacitismo como sistema de opresión hacia quienes se alejan del estándar corporal y las demandas del sistema productivo. Centra la exposición de su artículo en una de las categorías del estudio: la minimización de la discapacidad, y así también de las necesidades de apoyo y de la gravedad de la discriminación. Pilar Gómiz visibiliza a través de su artículo las situaciones de violencia a las que están sometidas las mujeres con discapacidad, situaciones que van más allá del ámbito privado, en el que suele quedar enmarcada la «violencia de género», como consecuencia del entramado asistencial e institucional que las rodea, origen, en no pocas ocasiones, de las situaciones de violencia. La contribución de Mario Toboso plantea un examen deconstructivo del discurso del capacitismo a partir de la perspectiva anticapacitista de la idea de diversidad funcional. Finalmente, Roberto Feltrero parte del hecho de la convergencia entre varias ramas del conocimiento tecnológico: biología sintética, nanotecnología o impresión 3D, que ofrecen la posibilidad de modificar la apariencia y el funcionamiento corporal, para plantear la conveniencia de reexaminar los presupuestos de algunos de los modelos tradicionales de la discapacidad.

Como pieza de cierre de este monográfico nos ha parecido oportuno recuperar un interesante debate que tuvo lugar en el blog de Dilemata en marzo de 2012, motivado por la publicación de un polémico artículo en la revista Journal of Medical Ethics. Javier Romañach, Francisco Guzmán, Soledad Arnau y Melania Moscoso protagonizaron este debate, en el que abordaron de manera crítica e incisiva numerosas cuestiones éticas y bioéticas derivadas de esa publicación (el derecho a la vida, la dignidad humana, o la persistente discriminación hacia las personas con diversidad funcional y su precario acceso a derechos humanos fundamentales), todas las cuales hunden sus raíces en el discurso del capacitismo.

Nuestra labor, en calidad de editores invitados de este número 36 de la revista Dilemata, se enmarca en el proyecto de investigación «Capacitismo» (ref. FFI2017-88787-R) del Programa Retos del Plan Estatal Español de I+D+i, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España.

Mario Toboso Martín
Instituto de Filosofía, CSIC

Miguel A. V. Ferreira
Departamento de Sociología Aplicada, UCM